Todos hemos experimentado de primera mano cómo la asistencia sanitaria a distancia ha hecho posible una atención segura, coherente y de alta calidad desde el comienzo de la pandemia. Ahora la cuestión es cómo aprovechar mejor toda la tecnología y los flujos de trabajo existentes para conseguir mejoras sostenibles. Un buen punto de partida es la implantación de un centro de atención virtual coordinado.
Un VCC impulsa la eficiencia operativa al proporcionar un único punto de acceso -un "centro de mando"- y una gestión centralizada de los recursos. Esto ayuda a garantizar que los pacientes reciban una atención de la máxima calidad, desde el triaje hasta el diagnóstico. hasta la derivación a la teleasistencia y el seguimiento. Esto puede ser difícil de conseguir con soluciones puntuales de telesalud independientes. Contar con un centro de mando centralizado reduce las lagunas funcionales y de capacidad que podrían ralentizar sus esfuerzos globales de telesalud.
Incluso unas pocas estaciones de trabajo multipantalla instaladas en ubicaciones centralizadas son suficientes para empezar. Al centralizar su centro de atención virtual en un único centro de mando, mejora la asignación de recursos y reduce los costes, lo que supone una mejora casi inmediata de la eficacia operativa. Este modelo también le permite supervisar fácilmente la calidad y medir la eficacia de sus programas.
Colaboración asistencial
Disponer de un centro de atención virtual mejora enormemente la colaboración asistencial al permitir la comunicación en tiempo real entre el personal, los proveedores, los especialistas, los pacientes y sus familiares. De este modo, todo el mundo está en sintonía con el plan de cuidados del paciente, lo que contribuye a mejorar su atención, reducir los errores y mejorar el cumplimiento terapéutico. Este compromiso en tiempo real puede dar tanto al paciente como a su familia una mayor tranquilidad, lo que puede mejorar la satisfacción del paciente.
Control posterior al alta
Según un estudio de la Agencia de Investigación y Calidad Sanitarias (PHRQ), casi el 20% de los pacientes sufren algún tipo de acontecimiento adverso sólo en las tres primeras semanas tras el alta hospitalaria o del servicio de urgencias, la mayoría de los cuales son evitables.[1] Disponer de un centro de atención virtual puede reducir la probabilidad de complicaciones y reingresos al permitir a las clíni centros de cuidados intensivos para controlar a distancia a estos pacientes en su domicilio durante este periodo crítico posterior al alta.
Monitorización remota de pacientes
Las clínicas con una gran población de pacientes con enfermedades crónicas pueden utilizar un VCC para monitorizar de forma más eficaz a estos pacientes. Esto puede ser especialmente beneficioso para pacientes con enfermedades complejas como insuficiencia cardiaca crónica, EPOC y diabetes. Junto con dispositivos sanitarios remotos como pulsioxímetros, electrocardiógrafos y monitores de glucosa, un VCC permite a las clínicas identificar rápidamente problemas e intervenir de forma proactiva. El resultado es una mejor gestión de las enfermedades crónicas, menos reingresos y mejores resultados y reembolsos.
La importancia del vídeo en los Centros de Atención Virtual
Nunca se insistirá lo suficiente en el valor del vídeo para el éxito de un CCV. El vídeo refleja fielmente la experiencia de las interacciones cara a cara. Esto es extremadamente importante en la prestación de atención personalizada fuera de la clínica. El vídeo 4K de alta calidad proporciona un color, un movimiento y un tono de piel fieles a la realidad para realizar evaluaciones más eficaces. También es importante ofrecer a los pacientes una experiencia de vídeo con un solo clic utilizando dispositivos de los que ya disponen, como tabletas, teléfonos inteligentes u ordenadores de sobremesa.
Cuando el vídeo se integra en la asistencia sanitaria a distancia, puede ayudar a mejorar los resultados de los pacientes, reducir el coste de la asistencia y generar un retorno positivo de la inversión en todo el proceso asistencial.
Historia de éxito
Mercy, el sexto mayor sistema sanitario católico de Estados Unidos, es un excelente ejemplo de cómo un VCC puede repercutir en las operaciones y la atención al paciente. Mercy integró el software de conferencias de Vidyo en su centro de mando central de TeleICU, SafeWatch. Con la tecnología de Vidyo y Philips® eCare Manager, SafeWatch ofrece monitorización telemédica las 24 horas del día de pacientes en estado crítico en 15 hospitales diferentes. Más de 450 camas Philips TeleICU monitorizadas han sido equipadas con Vidyo, lo que permite a los médicos y enfermeras de cuidados críticos del Mercy observar y comunicarse visualmente con los pacientes de la UCI, sus familias y el personal sanitario de cabecera desde un centro de mando central. Como resultado, Mercy pudo reducir las tasas de mortalidad en 40%.
Disponer de un VCC permite a los pacientes recibir consultas médicas de alta calidad con independencia de su ubicación. Así se consiguen evaluaciones y triajes más precisos y un acceso más oportuno a la atención adecuada.
Habilitación de su VCC
VidyoHealth está diseñado para la prestación de servicios sanitarios digitales integrales. Ayudamos a las clínicas a llegar fácilmente a más pacientes a lo largo de todo el proceso asistencial, al tiempo que mejoramos la eficiencia operativa y reducimos los costes. Con un VCC con vídeo, las clínicas pueden mejorar la colaboración asistencial, reducir los reingresos y las complicaciones tras el alta, gestionar mejor las poblaciones con enfermedades crónicas y mejorar la experiencia del paciente.
[1] https://psnet.ahrq.gov/primer/readmissions-and-adverse-events-after-discharge