Las 4 principales tendencias y oportunidades de la telesalud pospandémica

6 de agosto de 2021
  por Equipo del blog
Tendencias pospandémicas en telesalud

Según una investigación de McKinsey & Company, la adopción de la telesalud fue 38 veces mayor durante la pandemia de COVID-19 que antes.[1] Aunque la mayoría de las consultas de los proveedores han vuelto a las citas presenciales, muchas siguen ofreciendo la telesalud como opción para pacientes vulnerables o para quienes soliciten una cita virtual.

Ahora que la telesalud está en marcha y que los pacientes la han adoptado, es hora de pensar en formas de utilizar la tecnología para abordar problemas de larga data en nuestra atención continuada. A continuación se exponen cuatro áreas en las que creemos que la telesalud puede tener un mayor impacto una vez que la pandemia haya remitido definitivamente.

ATENCIÓN DOMICILIARIA

La telesalud tiene un valor incalculable como forma de conectar a los pacientes a domicilio con sus médicos desde la seguridad del hogar del paciente. El vídeo permite a los médicos identificar señales visuales que podrían indicar la necesidad de una intervención o de que el paciente sea visto en una consulta. También puede reducir la necesidad de desplazarse a la consulta del médico para cosas que pueden tratarse virtualmente.

Los médicos también pueden utilizar las citas de telesalud para preparar mejor una visita a domicilio. Esto significa que pueden dedicar menos tiempo a recopilar información una vez que llegan al domicilio del paciente y más tiempo a tratar realmente al paciente. Como las citas son más eficientes, los médicos pueden atender a más pacientes o dedicar más tiempo a la preparación u otras tareas relacionadas con la consulta.

El uso de la telesalud para la asistencia domiciliaria también da tranquilidad a los pacientes y sus familias, que saben que siempre tienen ayuda a mano. También puede contribuir a aumentar la satisfacción de los pacientes al hacer más accesibles a los médicos.

ASISTENCIA SANITARIA CONDUCTUAL

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto muchas deficiencias de nuestro sistema sanitario. Una de ellas es la atención sanitaria conductual, concretamente la falta de acceso. Se calcula que más de 51 millones de estadounidenses padecen enfermedades mentales.[2] Sin embargo, menos de 50% reciben tratamiento. El problema creció exponencialmente durante la pandemia a medida que se establecieron mandatos de distanciamiento social y se interrumpieron abruptamente los grupos de apoyo en persona. El estrés provocado por el aislamiento social, la pérdida de ingresos y el miedo a infectarse aumentaron el impacto en la salud mental de muchas personas, y ese impacto no desaparecerá por arte de magia una vez que la pandemia haya pasado. La necesidad era grande antes de la pandemia, y es aún mayor ahora.

Ahora que los proveedores de salud conductual han implantado la telesalud, pueden utilizarla para facilitar el acceso. Los pacientes pueden ser evaluados, clasificados, diagnosticados y tratados sin tener que acudir a la consulta. Esto garantiza que los pacientes reciban antes el tratamiento adecuado del proveedor adecuado. La telesalud ayuda a llenar ese vacío a quienes no tienen acceso a medios de transporte para acudir a asesoramiento o tratamiento, o a quienes viven en zonas con pocos recursos de salud conductual.

MONITORIZACIÓN REMOTA DE PACIENTES

Tal vez una de las mayores oportunidades de utilizar la telesalud para mejorar nuestra atención continuada sea la monitorización remota del paciente. Dos de las mayores ventajas son la atención posterior al alta y la gestión de enfermedades crónicas.

Cuidados posteriores al alta

Cuando los pacientes son dados de alta de un hospital o servicio de urgencias, suelen recibir instrucciones para acudir a su médico de cabecera o a un especialista. Puede que se vayan con una receta de medicación e información educativa sobre el cuidado de su enfermedad en casa. Sin embargo, un estudio publicado por la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Asistencia Sanitaria (PHRQ) reveló que casi el 20% de los pacientes sufren algún tipo de acontecimiento adverso sólo en las tres primeras semanas tras el alta, y la mayoría son evitables.[3] Los tres principales problemas detectados en el estudio fueron los efectos adversos de los medicamentos, las infecciones hospitalarias y las complicaciones de los procedimientos. El mismo estudio descubrió que otros "peligros del alta" procedían de pacientes que recibían el alta mientras estaban pendientes los resultados de las pruebas, o que eran dados de alta necesitando un "seguimiento diagnóstico" ambulatorio. La telesalud puede resolver todos estos problemas dando a hospitales, especialistas y médicos de atención primaria las herramientas que necesitan para controlar a distancia a estos pacientes en los días críticos posteriores al alta.

Gestión de enfermedades crónicas

Nuestra población está cada vez más enferma. Según los CDC, el 51,8% de los adultos estadounidenses padecen al menos una enfermedad crónica y el 27,2% dos o más.[4] Las enfermedades cardiovasculares y la diabetes son dos de las enfermedades más prolíficas, y ambas requieren cuidados regulares, seguimiento y cumplimiento de la medicación para evitar acontecimientos adversos. Las investigaciones demuestran que la mitad de los pacientes con enfermedades cardiovasculares no toman la medicación prescrita.[5]

Otros estudios han revelado que los pacientes con úlceras de pie diabético realizan una media de 14 visitas ambulatorias y 1,5 hospitalizaciones al año.[6] El seguimiento a distancia de los pacientes mediante telesalud y dispositivos como manguitos de presión arterial, electrocardiógrafos, glucómetros y plantillas sensoriales permite a los profesionales detectar problemas de forma proactiva para evitar complicaciones y hospitalizaciones.

Muchos proveedores han evitado implantar programas como la gestión de cuidados crónicos (CCM) y la monitorización remota de pacientes (RPM) porque consideraban que el esfuerzo era mayor que la recompensa. Ahora que los procesos de telesalud ya están en marcha, gran parte de ese esfuerzo se ha eliminado. Y las nuevas oportunidades de reembolso de los CMS pueden reportar considerables beneficios económicos a la RPM, ya que los proveedores pueden recibir $75.000 en ingresos netos adicionales por proveedor y año si se inscriben al menos 50% de pacientes elegibles. Otra ventaja es que la atención puede ser prestada por personal clínico distinto del médico, lo que ayuda a reducir la presión de tiempo adicional sobre los médicos.[7]

CUIDADOS A LARGO PLAZO

Durante el punto álgido de la pandemia de COVID-19, los centros de cuidados a largo plazo tuvieron que cerrar. La telesalud permitió a los médicos evaluar, clasificar y orientar a los pacientes sin necesidad de acudir personalmente al centro. Aprovechar la telesalud de este modo, incluso después de la pandemia, puede dar a los centros de cuidados de larga duración la capacidad de proporcionar un acceso más oportuno a la atención sin que los pacientes tengan que esperar a visitas clínicas presenciales programadas. En una época en la que abunda la escasez de personal, la telesalud puede colmar la brecha y garantizar que los centros de cuidados a largo plazo puedan seguir proporcionando una atención constante y de alta calidad.

EL CAMINO A SEGUIR

Según un estudio publicado por la AHRQ, la telesalud puede ofrecer resultados "tan buenos o mejores que la atención habitual" para poblaciones específicas.[8] Las pruebas se centraban en la "monitorización remota a domicilio de pacientes con enfermedades crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la insuficiencia cardiaca congestiva". También se incluía el asesoramiento a los pacientes sobre sus dolencias crónicas, así como la psicoterapia para pacientes con problemas de salud conductual.

La conclusión es que la telesalud funciona, los procesos están definidos, el reembolso está en marcha y los pacientes la quieren. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para conseguir mejoras reales y duraderas en la salud de nuestras poblaciones.

 

[1] https://www.mckinsey.com/industries/healthcare-systems-and-services/our-insights/telehealth-a-quarter-trillion-dollar-post-covid-19-reality

[2] https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/mental-illness.shtml

[3] https://psnet.ahrq.gov/primer/readmissions-and-adverse-events-after-discharge

[4] https://www.cdc.gov/pcd/issues/2020/20_0130.htm

[5] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0735109716371765

[6] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK65152/

[7] https://www.acpjournals.org/doi/10.7326/M14-2677

[8] https://effectivehealthcare.ahrq.gov/products/telehealth-expansion/white-paper

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