Hoy me he despertado sintiéndome como Steve Jobs

Hace un año, estaba completamente perdida en mi trayectoria profesional. No estaba segura de qué hacer, ni de cómo empezar mi carrera, ni siquiera de qué carrera quería seguir en primer lugar. Probablemente estarás pensando, típico millennial, ¿verdad?

Pasé mi último año de universidad probando una serie de prácticas que me hicieron cuestionarme si había elegido la carrera de Comunicación equivocada. Creía que lo había visto todo: moda, finanzas, organización de bodas, etc. Pero lo único que tenía era un currículum lleno de experiencia que nunca utilizaría. Pero lo único que tenía en realidad era un currículum lleno de experiencia que nunca utilizaría.

Y entonces llegó Vidyo.

La primera vez que oí hablar de Vidyo, estaba sentada a la mesa de la familia para la que había hecho de canguro los últimos cinco años. La mujer mencionó que su empresa organizaba un programa de prácticas de verano y que, si yo quería, ella enviaría mi currículum. Me faltaban unos tres meses para convertirme en una graduada universitaria sin trabajo como el resto de mi generación en apuros y sabía que necesitaba encontrar algo rápido.

De todos los sectores a los que me veía abocada, el tecnológico no era uno de ellos. Como mujer dedicada a la comunicación, pensé que podría llegar a ser algo así como una organizadora de bodas o una agente de relaciones públicas de famosos, pero definitivamente no pensé que formaría parte de algo tan exclusivo como la industria tecnológica. Estaban los Mark Zuckerberg y los Steve Jobs del mundo, y nunca olvidemos a los Bill Gates, pero nunca imaginé que también habría sitio para las Paula del mundo de la tecnología.

En un sector en el que empresas tan conocidas como Google cuentan con una plantilla femenina de apenas "El 17 por ciento de los empleos tecnológicos de la empresa" o Twitter (en el que paso la mayor parte del día), donde sólo un "irrisorio 10 por ciento"de la empresa está influenciada por una mano de obra femenina, es fácil entender por qué las mujeres jóvenes como yo no nos vemos en esta industria. Sin embargo, si eres como yo y esta historia te parece relevante, ve y explora la tecnología. Te prometo que no te arrepentirás.

Hace un año entré en un programa de prácticas decidido a tachar un sector más de mi lista de sectores en los que probablemente nunca trabajaría. Ese mismo verano terminé como asociada de marketing a tiempo completo para Vidyo.

El departamento para el que trabajo es pequeño y nuevo, pero está dirigido por un equipo increíble cuyo jefe es un poderoso director de marketing (y resulta que es una mujer). Aquí estoy ayudando a construir un capítulo completamente nuevo para mi empresa. Esa es la belleza de la tecnología: el cambio.

Trabajo en un sector en el que aprendo de compañeros que han construido y trabajado para empresas de renombre mundial, incluida la nuestra. Trabajo en un sector en el que el estancamiento es la excepción, no la regla, y en el que se espera que crezca, aprenda y construya para que, cuando esté preparada, pueda pasar al siguiente capítulo. Trabajo en un sector en alza, pero en el que sigue disminuyendo la mano de obra femenina. Así que, para aquellas de vosotras, jóvenes, decididas y milenarias, que aún no habéis encontrado vuestro lugar en el mundo laboral, os reto a que os lancéis a este sector dominado por los hombres y os convirtáis en las próximas Steve Jobs.

Y para empezar.... Aquí está mi regalo para ti: Programa de prácticas de Vidyo